DESDE MI CABINA DE MANDO

Odio a la ANP

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Pedro Dominguez

Recientemente sostuve una conversación a través de las redes con un piloto aviador al que le tengo un gran aprecio. Ante los pocos argumentos que él tenía para responder mis planteamientos sobre la situación que vive la ANP y ante el divorcio por años que unos cuantos pilotos aviadores han tenido con sus estatutos vigentes, me expresó que yo odiaba a la Asociación Nacional de Pilotos (ANP). Por eso mi columna de este lunes 18 de febrero se la quiero dedicar a ese predilecto amigo.


No odio a la ANP, que, de ser una institución con 354 pilotos aviadores al día, la convirtieron en una institución que no llega en la actualidad a 20 pilotos aviadores vigentes.


No odio a la ANP, pero sí a aquellos que incluyeron narcotraficantes en la directiva, a pesar de nuestra queja, empañando la trayectoria limpia y transparente que llevaba esta institución.


No odio a la ANP, pero sí a los que la han utilizado como plataforma para sus propósitos político partidista.


No odio a la ANP, pero sí aquellos que entregaron su dirección a personas que lo único que buscan es informar a empresarios del sector turístico sobre los proyectos de una institución que su único propósito es proteger los intereses de cada uno de los pilotos aviadores dominicanos


No odio a la ANP, pero sí aquellos que el esfuerzo de su membrecía le permitió lograr una pequeña oficina y que luego fue regalada a una persona al margen de una asamblea.


No odio a la ANP, pero sí a aquellos que sin la autorización de una asamblea cambiaron su línea grafica de más de 20 años.


No odio a la ANP, pero sí a la directiva que boicoteó su carnet de identidad  logrado por la ANP y que esto al llegar lo hicieron desaparecer en componenda con autoridades que sufrían el progreso de los pilotos aviadores nacionales.


Estas y otras cosas son por las que nunca una persona con cerebro me puede catalogar de odiar a una institución que entregué mi profesion a cambio de nada, más de 20 años de carrera como piloto aviador y que a pesar de que la directiva que nos sustituyó en el 2011 se dejó utilizar por un exfuncionario del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), contra el cual hice denuncia de indelicadeza en su función en el IDAC durante nuestra gestión al frente de la misma.


No olvido, pero ni a la ANP ni a nadie lo podría odiar a pesar de todas las dificultades que me provocaron y que, gracias a Dios, el tiempo y la justica dominicana le ha dado respuesta.

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