La renuncia del PLD no lo exime

Al recién escogido presidente de la Suprema Corte de Justicia Luis Henry Molina, quien presentó su carta de renuncia al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), pero no lo exime de su relación con ese partido, por el contrario la renuncia confirma el vínculo primario que tiene nada más y nada menos como miembro del Comité Central de una organización que demuestra en los hechos que no le tiembla el pulso para imponerse en cualquier estamento del Estado.

Su participación en actos proselitistas pidiendo cuatro años más para el presidente Medina en la campaña del 2016 no se borra con una carta de renuncia; el señor Molina tiene un cordón umbilical que le permitirá alimentar y oxigenar el embrión de donde él proviene, es decir el PLD.

Su relación de militancia política la defendió en la misma reunión del Consejo Nacional de la Magistratura para que la sociedad dominicana no tuviera una sola duda de que la más alta corte del país tendrá al frente un miembro del partido gobernante, sin olvidarnos que el saliente presidente Mariano Germán también es miembro de la organización morada.

El campo moral de la justicia nuestra sigue cuestionado con dirigentes políticos al frente de esta, los hechos en materia de sentencias así lo confirman con resultados no ha lugar, archivos definitivos en casos de corrupción y prisión domiciliaria en casos sonoros.

El señor Molina, en el desempeño de sus funciones no podemos cuestionarle pero su escogencia tiene una mancha de origen derramada por el Procurador General de la República ante las acusaciones de la magistrada Mirian Germán.

Ser viceministro de la Presidencia de la República y Presidente del Consejo Directivo del Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (INDOTEL) lo atan al poder político conducido por el presidente Medina.

De buenas a primera una carta de renuncia no lo hace independiente.