​Insisto en la seguridad

Se percibe una sensación de abandono en cuanto a seguridad ciudadana, pareciera que la delincuencia se apoderó de nuestros espacios, y la voluntad de combatir ese mal de intranquilidad y de inseguridad de nuestra sociedad es cada días más cuesta arriba.

El régimen actual del PLD mantiene el control absoluto del Estado, y las condiciones de vida del pueblo empeoran. Ante un malestar generalizado, todas las semanas los medios reseñan una gran cantidad de hechos delictivos, las cámaras de seguridad de los establecimientos públicos y privados captan la barbarie desenfrenada de éstos atracos, robos y tiroteos por doquier.

En materia de seguridad, la delincuencia es una evidencia que la conducción del Estado es ineficiente; a los organismos de seguridad ese tema se les salió de las manos. La única acción no debe ser sacar las patrullas mixtas a las calles cuando ocurren hechos de trascendencia nacional. Los sectores populares y de clase media reclaman especial atención, pero la voluntad política de quienes nos dirigen está enfocada en reelección.

Los planes de seguridad ciudadana no se corresponden con las necesidades de seguridad, y si hay un plan pues tampoco lo conocemos. Urge combatir el crimen organizado y el raterismo.

Aún estamos a tiempo de aplicar los correctivos que merece la sociedad nuestra, donde estos hechos de gravedad sean combatidos con efectividad, mediante la inclusión y socialización de todos los sectores, políticos, sociales, empresariales, juveniles , religiosos y medios de comunicación.

Todos y todas en el mismo tono de combatir el delito y las fallas estructurales que han denotado la incapacidad institucional.