​Una política de gangsters y meretrices

No hay forma ni palabras para disimular el repudio, la indignacion y el desgano producido por la enorme cantidad de personas que sin el mínimo criterio de decencia son premiadas con posiciones de poder gracias únicamente a su compadreo con otras bazofias enquistadas en el poder y en los partidos de gobierno.

Por prudencia debemos hacer reservas de la no generalidad, sin embargo la cantidad de noticias ya es enorme sobre estos desperdicios humanos con un backgroud voluminoso de actos bochornosos y propios exclusivamente de humanos con similar nivel de perversión en su comportamiento íntimo, e incluso televisado [...].

Este país está rebosante de talento, mujeres y hombres que trabajan dignamente; ciudadanos que desde que sale el sol y hasta mucho despues de que se acuesta están joseando el sustento de la familia sin vender drogas, robar o prostituirse; jóvenes universitarios que a contra corriente tratan de superarse. Y esta gente no merece esta burla. Por respeto a ellos, ¡políticos, ya no sigan condecorando lo peor de la dominicanidad!