​Breve tributo a mi amigo el café

|

Luis Manuel Flores

Ayer fue su día pero no celebró. Prefirió cumplir con su tarea sin reparar en fechas conmemorativas aprobadas cientos de años despues de que ya él existiera. Sin distracciones. Estuvo aliviando la rutina de millones de seres vivos en su etapa de bebida caliente cuando no aromatizando los campos donde se cultiva en su modalidad de plantación.


Sigue siendo un misterio su virtuosismo para reconfortar ante la ansiedad, unificar con armonía indecible en el dolor y para servir como excusa a ese primer encuentro que en ocasiones termina en una dulce y relajante eyaculacion. Eso, sin detallar las veces que me sirve de brújula cuando ando desnortado.


Hay mucho más que decir, pero por ahora cerraré con estas líneas de Buen viaje, señor presidente     (G. García Márquez): "Hacía más de treinta años que había renunciado al hábito del café por imposición de sus médicos. Pero había dicho: «Si alguna vez tuviera la certidumbre de que voy a morir, volvería a tomarlo». Quizás la hora había llegado.


 —Tráigame también un café —ordenó en un francés perfecto".

Comentarios

Captura de pantalla 2018 07 23 a las 13.46.50