​El arte de la posposición

Estimado joven de 21 a 30 años, sin que pretanda ser este texto una apología al desaliento, quisiera invitarte a confrontar responsablemente una de las dificultades existenciales que más nos hacen sentir en estado de neutralidad durante ese rango de la vida: el aplazamiento.

Las aflicciones por no cumplir eficientemente con las pautas de tu agenda no me son impropias. Conozco de tus 5 alarmas para finalmente levantarte mucho tiempo después de la última y empezar así una cadena de postergaciones que culmina con un inminente trasnoche ya que ni siquiera pudiste dormirte a las 10:00 pm como tenías pautado.

Aunque parezca que sí, no está mal, bienvenido al club. Cada quien lleva su rutina y de forma muy individual; que no te atormente el como otros agotan su cotidianeidad, porque al otro extremo también tenemos responsables fracasados. Eso sí, la voluntad para hacer las cosas bien nunca, nunca debe faltar.