Donde están los que querían la presidencia de la ANP

Parece extraída de una novela lo que pasó con la Asociación Nacional de Pilotos de la República Dominicana y aquellos que siempre desearon ocupar la presidencia de la misma, que hoy en día, luego de destruirla, no se sabe dónde se metieron, por lo que los pilotos aviadores dominicanos no tienen quien los defienda.

Lo que paso con la ANP es lo mismo que pasa con muchas instituciones en el país, que algunos se animan al ver el movimiento de actividades y entienden que hay dinero, entonces van por el botín y, en este caso de esta entidad, solo encontraron mucho trabajo, pero no dinero, por lo que se debieron preguntar: ¿De dónde salía el dinero de esas actividades?

Muy simple, salía del bolsillo de directivos comprometidos con el bienestar de esta clase y que, de manera humilde, pero con elegancia preparaban estas actividades para el fortalecimiento de sus miembros.

En ese tiempo, la ANP nunca recibió subvención, le entraba alguno que otro dinero por actividades específicas, pero no siempre, además que se motivó a pagar la cuota de membresía por el resultado que veían cada día en todos los aspectos, aun aquellos que no estaban de acuerdo en cómo se dirigía la organización en ese momento.

Lo lamentable de eso es que los pasos logrados para el progreso de sus miembros, como, por ejemplo, el carnet que identificaba a los pilotos aviadores dominicanos, la directiva del 2011 a 2013 se encargó de deshacer esas acciones de tal manera que hoy a nadie se les ocurre solicitar una de estas identificaciones porque no sirve para nada.

Los pilotos aviadores dominicanos con conciencia de clase deben ponerse como reto retomar este importante gremio, no para politiquería y mucho menos para beneficiarse 2 o 3 si no para la protección y crecimiento profesional de los actores de este sector que tanta falta les hace.