​La presión del gobierno a periodistas de Santiago

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Jesus Diaz 2

 "Odio la pluma que no vale para clavar la verdad en los corazones y sirve para que los hombres defiendan lo contrario de lo que les manda la verdadera conciencia, que está en el honor, y nunca fuera de él", José Martí.


Caramba, el furor de la campaña no puede cegar los principios fundamentales de una carrera tan noble y de contra peso al poder, como es el periodismo. Hace algunos días miembros del Comité Central y del comité de campaña del Partido de la Liberación Dominicana PLD, convocaron a periodistas del sector público para trazar líneas a fines con los propósitos de esa organización en Santiago. Obligar a los empleados públicos para hacer campaña mediática pagos por el sudor de cada peso de los impuestos de los dominicanos es desleal y choca con la dignidad, la prudencia, la ética, y es una muestra más de que su candidato tiene serios problemas.


También en los próximos días nombrarán   periodistas en instituciones públicas de la hidalga ciudad, con los mismos fines antes mencionados, es decir: legitimar la corrupción como política de estado. La ley de función pública es clara, pero al parecer solo sirve como una referencia si practicidad, Los empleados y funcionarios corren el riesgo de ser suspendidos de sus funciones por hasta 90 días, sin disfrute de sueldo, si se determina que realizan actividades partidistas, así como si solicitan o reciben dinero u otros bienes con fines políticos en los lugares de trabajo. Esa falta es sancionada por el artículo 83 de la Ley 41-08, sobre Función Pública. “Al periodista le toca escoger entre el bien personal o el bien de toda la sociedad y ese bien de toda la sociedad te lo quita el que soborna porque te condena a decir la verdad de él, no la que necesita la sociedad”, dijo en algún momento el maestro Javier Darío Restrepo.

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