AL DEDILLO

Palabras de un Corazón agradecido

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Johanna Benoit

Buenos días lectores


Gracias Señor Jesús.


Gratitud es lo que llevamos hoy los corazones que se mantuvieron por varios días en alerta y preocupación, vivimos momentos de desesperación, la angustia se apoderaba, la incertidumbre crecía, los nervios al extremo,  lágrimas al borde, el semblante triste,  desorientada y con la esperanza puesta en el Dios de lo imposible, y además del personal médico que estuvo presente en estos días de inestabilidad emocional.


La debilidad por los míos hace que me fortalezca, pero debo decir que en ciertas situaciones de malestar familiar que escapan de mis manos, hace que me pierda en un mar de llanto, que me desconecte de la realidad, me aisle en un trance hasta de perder la fe, dominando la angustia, y las imaginaciones negativas. Confiar en Dios y en mi gente ha sido la clave, seamos responsables con nuestra gente, prudentes a la hora de tomar decisiones, y por más pesada que sea la carga, hay un Dios que te escucha, hay gente a tu lado que oran por ti y la familia, esas son personas que alivian el dolor.


Madre


Nos tocó vivir la experiencia del enemigo planetario, el enemigo silente, el enemigo cruel, sin compasión que no conoce fronteras, que ha cruzado los mares para robarnos la salud, el enemigo que se ha estacionado, que nos tiene moviendo el piso, entró al hogar y con su llegada nos ha robado el sueño, la tranquilidad y la paz. Desde ahora en adelante a ser más responsables con nuestras acciones y sobre todo cuidarnos más. La pelea sigue, ganaremos la batalla.


Razones suficientes para dar gracias al personal médico, y de limpieza del Centro Médico Cibao, por su amabilidad, paciencia, trato afable, seguimiento y sobre todo su sentir humano y profesionalidad, el doctor Héctor Acosta, la doctora Dilenny Martínez Lòpez y el doctor Robert Diaz.


Gracias a la familia, amigos y amigas, amistades, compañeros de trabajo, mi sindicato( SNTP), familia Sonriete, gente que han llegado a nuestras vidas para sumar valor y estabilidad en todos los niveles. Personas que se convierten en tu paño de lágrimas, cómplices, mentores, y que aprendes a cultivar la verdadera amistad y compañerismo. Ustedes son un pedacito bonito de mi corazón.


Tengo un millón de amigos y amigas, no las menciono porque son demasiadas, contar con su respaldo ha hecho que la carga sea menos pesada.


Llevo en mi una lista extensa de gente buena, humanas y solidarias. La lealtad y cariño se hace cada día más notable, pues en cada amanecer, en cada llamada, mensajes y abrazos me lo manifiestan. Dice una amiga, no hay MasterCard que pague tanto derroche de amor y atenciones.


Gracias mi buen Dios por darnos la oportunidad de vivir, de respirar, permitirnos conocer gente buena y querida, por mantenernos salvos y por dejarnos saber que tu misericordia nos acompaña en este transitar.


Viviré eternamente agradecida por las bondades y misericordia, por mantenernos firmes y llenos de esperanza, Dios ha sido fiel conmigo y con nuestra familia.


Dedicatoria especial a mi guerrera, y dueña de mis días, su estilo único me envuelve, me acaricia el alma y me hace reconfirmar que usted doña Ana y don Justo son el verdadero amor incomparable.

“Cultivar una actitud de agradecimiento nos acerca más a Dios”.


Gracias totales.


Hasta otra entrega.


Dios les bendiga!

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