​Importadores de vehículos usados rechazan versiones de ACOFAVE Y AIRD

Imagen ilustrativa.

La Asociación de Importadores de Vehículos Usados (ASOCIVU) y  la Asociación de Dealers del Cibao (ADECI), quienes representan a más del 80% de las empresas que se dedican a la importación y comercialización de vehículos usados en República Dominicana, exponen que las declaraciones expresadas por los representantes de Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (ACOFAVE) y de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), son posiciones mal intencionadas que buscan monopolizar la venta del sector de vehículos  en la República Dominicana.

Los planteamientos de ACOFAVE y AIRD, respecto de que existe una exorbitante subvaluación en el pago de los impuestos de los vehículos usados importados por parte de los miembros de las asociaciones de importadores de vehículos usados, no corresponde a la verdad, ya que dichos impuestos son liquidados acorde a uno de los dos métodos principales de liquidación regulados por la Dirección General de Aduanas (DGA):

El Valor de Transacción o Método 1, es aquel que se aplica acorde a lo que establece el sistema de valoración GATT incorporado en el año 1994, del cual la República Dominicana es signataria; basado en el precio real pagado de las mercancías importadas, lo cual debe ser demostrado por los importadores, y comprobados de manera fehaciente por los técnicos de la DGA en los puertos.

La Tabla de Valores Referenciales o Tabla de Depreciación por Año, establecida por la Dirección General de Aduanas, parte de los valores pagados y reportados de los vehículos nuevos importados por los miembros ACOFAVE. Basado en este método mencionado y para que exista una subvaluación en los impuestos pagados por las unidades de vehículos usados importados, debe existir necesariamente una subvaluación en el valor de los vehículos nuevos importados, cuyos miembros corresponden a ACOFAVE.

Las asociaciones de importadores de vehículos usados ASOCIVU Y ADECI, aspiran a poder operar en un ambiente de "sana competencia", basado en calidad y eficiencia, ofertando al consumidor final, precios razonables y asequibles sobre las unidades de vehículos usados ofertados.