Tan buen piloto, pero sindicalista

Esta expresión la recibí de un empresario para la cual laboré en un momento de mi ejercicio profesional como piloto aviador, al momento de visitarlo en su oficina varios años después de haber dejado de laborar en su empresa. Me lo decía por que durante toda mi carrera de piloto aviador me dediqué a defender los derechos de los pilotos, muy en especial los de la industria aérea nacional, pero siempre dentro del marco de la ley.

Ser sindicalista no es malo, al contrario, en los países donde se ha realizado un ejercicio transparente del sindicalismo, sin chantaje y sin buscar beneficios personales, ha contribuido como un equilibrio para el desarrollo del país.

No me arrepiento de haber sido gremialista durante mi ejercicio como piloto aviador en favor no solo de los pilotos aviadores, si no de los controladores aéreos, técnicos en mantenimiento, despachadores de vuelos, tripulantes y muy en espacial del empresariado aeronáutico dominicano, pese que a algunos de ellos la aviación correcta nunca le ha interesado, por lo que han intentado desprestigiarme a través de expresiones como ésta.

El ejercicio del sindicalismo no es malo, es beneficioso para el desarrollo de la industria, lo malo es tener sindicalistas corruptos y chantajistas como es la practica en algún sindicalista dominicano, pero nunca fue mi práctica.

Soy sindicalista pero no busca vida, soy sindicalista pero no chantajista, soy un sindicalista que busca siempre el desarrollo correcto de las empresas, soy sindicalista pero nunca busco el beneficio particular, soy sindicalista pero nunca abandoné a mis compañeros a su suerte, soy sindicalista pero nunca utilicé el gremio que dirigí para beneficio personal, soy sindicalista pero nunca utilicé la posición para buscar una diputación o un empleo en el sector público o privado, soy sindicalista con la única intención de que todos cumpliendo con la ley y regulaciones la República Dominicana desarrollemos una industria aérea nacional que cree las riqueza, que favorezca a cada uno de los dominicanos y dominicas que aman este sector y que desean desarrollarse para el bien de nuestro país. ¡¡¡Y nunca me arrepentiré carajo!!!