¿El 9-1-1 en emergencia?

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Jordi Veras

Por José Jordi Veras R.


Con la ley 140-13 se creó y nació el Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad. Y luego, integrando mayores responsabilidad y especializaciones, de modifica aquella norma y se crea la No.184-17, que crea el Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1. Antes de ambas disposiciones, lo único que se contaba era con una cantidad de números dispersos y que la gente no sabía a cuál de todos llamar y por lo regular terminaban resolviendo sus propios problemas de salud o no se terminaba en soluciones efectivas.


A final de este mes, este sistema tendrá 8 años en funcionamiento, en el que se han atendido más de 3 millones de dominicanos. Y en esa cifra cuántas situaciones diversas se han podido resolver, llegando pacientes a las emergencias en mejores condiciones de atención. Han salvado quién sabe cuántas vidas en riesgo, por la modalidad que fuere. Es a partir del 30 de mayo del año 2014 que comenzó lo que hoy tenemos como Sistema 9-1-1, en el Gran Santo Domingo, y que personalmente hemos sido testigos de primera línea de su efectividad, y entendemos que la gran mayoría del pueblo puede pensar lo mismo.


Hoy día, no han dejado de cesar las quejas porque esa efectividad, ha estado fallando. Y se ha hecho público la necesidad requerida de recursos, y esto no quisiéramos pensar que no está siendo conocido por el gobierno o se ha ido dejando pensando que su deterioro no es real.


Bien lo ha establecido el editorial del periódico Hoy, del 30 de abril del año en curso, 2022, cuando expresa, lo siguiente: “ El 911 debe estar en alerta sobre sí mismo para superar cualquier debilidad que sea consecuencia de lo arduo de sus roles salvadores de cada día y cada noche y del desgaste de los medios con que opera para lo cual no deben faltarle los recursos y apoyo que en todos los órdenes corresponde al Gobierno proporcionar”.


La República Dominicana como país, debe dar muestras de madurez política e institucional, evitando que instituciones como las que inspiran este artículo, no mueran en manos de la desidia, indiferencia y la creencia que lo público no es capaz de ser cuidado por el Estado y que ofrezca o siga manteniendo, el buen servicio que merece todo ciudadano de este pueblo que ha luchado por recibir todo cuanto merece en aquello que vaya en aporte de su seguridad y salud. O que el cambio de un gobierno a otro, traiga cambios que no sean satisfactorios. Que no se pierda esa confianza en este gran logro.


¿Dejaremos que el Sistema 9-1-1, entre en Emergencia? Esperemos a ver quién responde. 

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