Colectivizar el transporte público es una necesidad

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Por Ramón E. Durán


La puesta en marcha de los corredores de autobuses del transporte público en el Gran Santo Domingo, como inicio para la colectivización del transporte urbano de pasajeros ha provocado las protestas de los sindicalistas en defensa de los choferes que han sido desplazados, aunque muchos en carros destartalados contaminando el medio ambiente y que durante 20 y 30 años se han mantenido conduciendo vehículos del transporte público como su único medio de sustento.


Hay choferes que por su edad no están aptos para ejercer ese delicado oficio por eso el gobierno los está incluyendo en el plan de Jubilaciones y Pensiones con el propósito de que reciban una pensión que les permita vivir en condiciones más dignas, además de darle participación en los corredores a los que califican.


En algún momento había que empezar a colectivizar el transporte público sacando de circulación a los carros, muchos de ellos chatarras que entorpecen la circulación vial y afean el entorno. Es una vergüenza que en este país, uno de lo más ´´prósperos ´´ de la región, todavía exista el medio de transporte llamado concho, donde en un carro para cinco pasajeros, incluyendo al conductor, les ´´apretujen´´´ como sardinas hasta siete personas, lo que representa un peligro e incomodidad para los usuarios, motivo por el cual la gente está conforme con las rutas de autobuses, con aire acondicionado, suficiente espacio, cómodos y seguros.


Imaginemos que en un país como el nuestro por lo regular de temperatura alta, siete personas en un carro destartalado, sin aire acondicionado, y en el peor de los casos que empiece a llover y los cristales de las puertas no se muevan hacia arriba porque están defectuosos, la situación del pasajero, como ocurre a menudo, es bastante incómoda.


Estos carros del concho son los que contribuyen a los taponamientos que se producen en las grandes ciudades como el Gran Santo Domingo, Santiago y otros pueblos de gran concentración de habitantes. Hay carros y las llamadas guagüitas voladoras del transporte que circulan por las calles, avenidas y carreteras del país sin seguro y el conductor sin la licencia correspondiente, pero además posiblemente con el marbete de la placa vencido. El proyecto para colectivizar el transporte público se inició en los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana, pero nunca hubo la voluntad política de llevarlo a la práctica.


Resulta difícil poner en orden a un país que arrastra costumbres desde su fundación, hace mas de 170 años, donde hay que lidiar con grandes intereses que pueden sentirse afectados y en este caso los sindicalistas del transporte, muchos que cobijados bajo el nombre de sindicatos se han hecho millonarios y hoy con su gran poder económico son capaces deconvocar huelgas, lanzar grapas en las calles, incendiar vehículos y neumáticos, pero además, extorsionar y hasta desestabilizar gobiernos.


Las rutas del transporte en el Gran Santo Domingo generan más de 50 millones de pesos diarios razón por la cual los ´´sindicalistas´´ tratan de controlar con su oposición a la colectivización del transporte, rompiendo cristales y bloqueando las vías por donde circulan los autobuses, cometiendo actos terroristas que atentan contra la seguridad de los pasajeros y conductores, actos criminales que están penalizados por la ley. Para ponerle ´´ la tapa al pomo´´ de acuerdo a la Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU) hay choferes de diferentes nacionalidades que residen en el país de manera ilegal conduciendo carros del transporte público, como es natural sin licencia ni seguro. La denuncia de la CNTU es una prueba de cómo se manejan los llamados sindicatos que se oponen a la modernización del transporte, ya que situaciones como esta solo ocurren en este país de las maravillas, donde todo se puede hacer y nada sucede.

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