​¿Ahora quién podrá defendernos?

Luego de 14 años luchando junto a otros, preocupados por la recuperación de la Categoría I en la aviación nacional (autorización por parte de los Estados Unidos para que los aviones matricula HI puedan volar de manera comercial a territorio norteamericano) y lograda en el gobierno de Leonel Fernandez, hoy nos encontramos con la triste realidad de que no valió la pena tal sacrificio de hambre y tiempo en favor de la industria aérea. Solo pregunto, y ahora ¿quién podrá defendernos?

Aposté al cambio, sobre todo al cambio por una persona con una trayectoria, decente y sin mancha, pero ese cambio viene con la fuerza de grupos de poder que no piensan en el bienestar del país sino en los intereses de grupitos que han tenido este país arrodillado durante décadas con un proceso de desarrollo estancado.

No soy político partidista y espero con Dios delante nunca tener que serlo, pero creí en Luis Abinader y en materia de aviación me ha defraudado. El cambio en esta materia no ha sido tal, al punto que las intenciones que se observan hoy en día es que el esfuerzo de empresarios que han mantenido por década el espíritu de una aviación nacional, esta gestión está al punto de echarlo por la borda sin importar los millones de dólares que le costó al país recuperar la categoría I.

Mi primer trabajo con apenas 15 años fue en el periódico Camino de la Conferencia del Episcopado Dominicano, desde ahí me fui a estudiar mi pasión: la aviación, la cual ejercí durante casi 30 años, pero desde hace 10 años volví a la comunicación a través del programa Por Aire Mar y Tierra Radio y también TV además del diario digital El aviador.do. Estos medios requieren de publicidad, pero no me interesa ningún tipo de publicidad Estatal a cambio de que mi silencio sea cómplice de las pretensiones del gobierno del cambio de prácticamente desaparecer la industria aérea nacional, que es la política que ha estado llevando desde su juramentación con el nombramiento de personal que violan la ley 491-06 sobre aviación y el deterioro que el IDAC ha experimentado en estos últimos dos años de gestión de Luis Abinader.

Fijo mi posición de manera clara y transparente, para que nadie alegue ignorancia sobre mi posición, reitero no soy político partidista, pero voté por Luis Abinader, y solo les digo que a pesar que solo soy un voto, si sigue dando los pasos para la destrucción de la industria aérea nacional, tan necesaria para el desarrollo del país, si él sabe contar con mi voto que no cuente.