Llamemos a Iván y Santiago ante de que sea tarde en el IDAC

Parece contradictorio que de mi salga esta propuesta, ya que desde el año 2006, corte relación con Santiago Rosa y; desde el 2011, con Iván Vásquez, los detalles no vienen al caso, pero si reconocer que ambos son dos experimentados técnicos aeronáuticos, que ante las deficiencias que se están dando en el IDAC, sería estratégico que lo utilizarán para bien del país.

Al inicio de mis estudios en la aviación dominicana, en el Aeroclub Quisqueya de Santiago, mis aspiraciones al terminal mi carrera era de volar en las compañías de aviones carguero que operaban en el Aeropuerto Internacional de Las Américas, pero me encontré con la triste realidad, ya con mi licencia de piloto aviador comercial en mi bolsillo, que el país había caído en la indecorosa categoría 2 (*) (aviones HI no podían realizar vuelos comerciales a tarritorio norteamericano) desde ahí mis aspiraciones se fueron desvaneciendo.

En el año 2004 al ganar las presidenciales Leonel Fernández con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) nombró en la entonces Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) a una persona que no conocía nada en lo absoluto sobre aviación, al comandante Don Norge Botello, pero se supo rodear de técnicos con capacidad que dieron como resultado la recuperación en el país de la categoría 1, que si permite a los aviones de matrícula nacional volar de manera comercial a territorio norteamericano.

Ante la situación que se vive en el IDAC con la dirección actual, que ni su director general Román Caamaño ni su subdirector general saben nada en lo absoluto sobre aviación, está colocando al país en una posición delicada que pudiera llevar a perder la Categoría 1, Caamaño de profesión abogado y Porchela de profesión en Administración de Empresa, pero especializado en madera.

Si el presidente Luis Abinader no resuelve cuanto antes con esos dos desconocedores aeronáuticos, que están dirigiendo en IDAC, pronto la factura se la estaran pasando  por colocar al frente del IDAC a personas desconocedoras y violadora de la ley 491-06 sobre aviación.