Pueden usar todos los calificativos que deseen, pero deben saber que lo que defiendo —y seguiré defendiendo— no se vende por un simple anuncio. Un espacio publicitario no cambiará mi forma de pensar. Por eso, sigo firme en la misma línea.
Mi pasión es, y seguirá siendo, la aviación nacional. La República Dominicana, aunque hoy se tambalee, volverá a resurgir con fuerza. Nunca debemos permitir que desaparezca, como ya ocurrió con la naviera nacional, entregada por traidores a intereses ajenos.
Por Aire, Mar y Tierra Radio y TV, junto con el diario digital ElAviador.do, son medios creados para defender lo nuestro. ¿Y qué es lo nuestro? Son nuestras verdaderas líneas aéreas nacionales: aquellas que emplean a nuestros pilotos aviadores, técnicos en mantenimiento, sobrecargos y demás personal de apoyo. Eso no se vende por unas cuantas monedas.
Sigan con su boicot. No desfalleceremos hasta alcanzar nuestro objetivo.
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